EL REGRESO DE LUCAS: INNECESARIO MALTRATO A UNA BUENA PRODUCCIÓN

Culminó "El regreso de Lucas", un buen producto peruano-argentino que reunió a importantes actores peruanos y logró concitar el interés de muchos televidentes, pese a los obstáculos que tuvo dentro de su propio canal, América Televisión. Una falta total de respeto para la producción y el público en general.

Lima, 28 Enero 2017, (El Informante Perú).- Llegó a su final, El regreso de Lucas, una interesante co-producción internacional producto del convenio entre las cadenas América Televisión de Perú y Telefe de Argentina.

Esta historia cuenta con un reparto internacional encabezada por la actriz colombiana Ana María Orozco y los actores peruanos, Diego Bertie y Salvador del Solar, quien figura como antagonista principal. Además actúan el peruano Sergio Gjurinovic y los argentinos Pablo Martínez y Macarena Achaga. Junto a ellos, Mari Pili Barreda, Gustavo Mac Lennan, Mayella Lloclla, Karina Jordán, Vania Accinelli y Francisco Bass; y las participaciones antagónicas de Fabrizio Aguilar, Marcello Rivera, Lucho Cáceres, Gonzalo Revoredo y Alessandra Denegri.

Intriga y misterio

El regreso de Lucas cuenta la historia de una familia acomodada que pierde a su hijo mayor, Lucas, de 4 años de edad en la playa. Elena, su madre, Elena Ayala (Ana María Orozco) se obsesiona con encontrarlo porque siente que él está vivo y nunca deja de buscarlo, descuidando a sus otros hijos, Catalina (bella Macarena Achaga) y Juan (muy bien Sergio Gjurinovic). Su marido, Reynaldo, (Salvador del Solar) se hizo cargo no solo de la familia sino de la empresa de su suegro, Manuel Ayala (Muy bien Gustavo Mac Lennan).

Luego de 20 años de la desaparición de Lucas, llega a manos de la madre una foto de su hijo. Una nueva pista a seguir que renueva las esperanzas de Elena de hallar a su hijo. Hasta que un día, un joven se presenta en la casa de la familia Díaz Ayala diciendo ser Lucas (Pablo Martínez). Pero la realidad será diferente.

Talento actoral

El regreso de Lucas tiene la particularidad de devolver en pantalla a un grupo de importantes actores nacionales que han demostrado muchas veces su talento en varias producciones. Salvador del Solar, Diego Bertie, Lucho Cáceres, Fabrizio Aguilar, Gonzalo Revoredo, Gustavo Mac Lennan, Marcello Rivera, se unen a talentos actuales como Karina Jordán, Sergio Gjurinovic, Alessandra Denegri, Mayella Lloclla y Vania Accinelli. En líneas generales nuestro grupo actoral no desentona, su experiencia y talento se pone de manifiesto en muchos momentos de la trama.

Por el lado argentino la realidad es otra. Ni Francisco Bass, menos Pablo Martínez están para interpretar unos personajes tan complejos, rico en matices e importantes para el desarrollo de un guión tan explosivo e intenso como este. La única que resalta por su belleza y simpatía es Macarena Achaga personificando a Catalina.

Si bien, El regreso de Lucas tiene momentos intensos. Es, a partir de la mitad de los capítulos donde el público logra engancharse de a pocos. Esto se debe a que su inicio tiene más inconsistencias que intriga. La trama sugiere un misterio llamado a revelarse en los últimos capítulos, pero el guión carece de una intriga más efectiva que cause la lógica curiosidad en el televidente. La desaparición del pequeño Lucas no transmite esa intensidad dramática que posibilite el querer seguir con el desarrollo de la historia. Le falta un buen manejo al guionista para que nos dé algunas pistas y presente una escena mejor conceptuada para mostrar interés por el desarrollo de este rompecabezas que se fortalece poco a poco.

Recordemos en “Vivir un poco” (Televisa-1986) Andrea es recluida por un asesinato que no cometió pero el guionista inyecta una pista atractiva (5 presuntos culpables) y un "nuevo" hijo del cual no se sabe su procedencia. Otra más, en “la próxima víctima” (Rede Globo-1995) el asesino mata a sus víctimas utilizando una lista fatal, en función al Zodíaco chino. Finalmente, en “Cuna de lobos” (Televisa, 1993), le colocan al personaje cumbre, doña Catalina Creel, un parche en el ojo, porque presuntamente lo había perdido por culpa de su hijo bastardo a quien tanto odiaba. Al final, nunca había perdido tal ojo, todo lo hizo por maldad. Estos detalles marcan, la trama y la hacen atractiva desde el inicio. Aquí fuera de la desaparición, que tampoco resulta tan vistosa, de arranque nos presentan a un muchacho del cual se dice es el hijo desaparecido, no hay una pista, una característica visual en algún personaje, un detalle crucial que marque el camino para seguir, con interés o curiosidad, la historia.

A ello, le agregamos el poco aporte de Pablo Martínez cuya presencia y vestuario resulta poco atractivo para intentar proyectar un mejor desarrollo visual que saque adelante la historia. Uno recuerda a grandes talentos argentinos como Juan José Camero, Gabriel Corrado o Arturo Puig, con menos años a cuestas, sacando adelante este tipo de personajes que es el llamado a ser el protagónico de la trama. El perfil del personaje de Pablo, recuerda mucho la telenovela argentina "Un Extraño en Nuestras Vidas" (Argentina-1972), sobre dos gemelos, uno bueno, maestro de escuela, y el otro malo, vividor a más no poder. La particularidad es que el gemelo ambicioso (Juan José Camero) suplanta al hermano bondadoso y logra apoderarse de la trama. Sin embargo, aquí, Pablo pasa sin pena ni gloria.

Ante ello, surge entonces la pregunta, ¿Quiénes son realmente los protagonistas de esta historia? El desarrollo de su trama, así como el armado de este rompecabezas hace imposible que uno identifique y le quede claro quiénes son los verdaderos personajes encargados de liderar esta producción. Es que, ni Elena, Reynaldo o Cárdenas; menos Cata y Pablo pueden entregarnos caracterizaciones solventes. A ninguna de estas parejas les une alguna química interpretativa, como pareja, que saque adelante a sus personajes. La única que brilla es Macarena Achaga, digna representante argentina que debe tomarse en cuenta para algún protagónico juvenil. Su talento la vislumbra como un futuro potencial a tener en cuenta.

Mención aparte, merece Milett Figueroa en su debut actoral, en los primeros capítulos de esta serie. La joven no lo hizo mal, a diferencia, por ejemplo de las modelitos de Esto es Guerra quienes fungen de actores y lucen fatales en "VBQ". Sin duda, se nota esfuerzo en esta joven. Esperemos verla más ampliamente en "Solo una madre". Pese a todo, queda claro que ella debería ser "La Colorina" y no Magdyel Ugaz. En fin, pronto sabremos la decisión de Michelle Alexander.

Las canciones lucen frescas, modernas y muy bien seleccionadas para la serie. "Hasta que regreses" a cargo de Ha Ash y "Ven" (Maxi Espindola & Ha Ash) son los temas más sobresalientes dentro del guión.

Innecesario maltrato

La intriga por resolver este caso es el pretexto perfecto para seguir con la trama. El sólo hecho de mostrar un secuestro sin resolver, ayuda mucho para que la curiosidad termine por imponerse. La presencia de un villano solvente como Reynaldo Díaz (Salvador del Solar) y su incondicional secretaria y amante Paula (muy efectiva Karina Jordan) le otorgan ese ingrediente necesario para que la intriga se consolide. Además el ingreso de personajes tan ambiguos y "sorpresivos" como Octavio Laguna (Fabrizio Aguilar en buen papel) y el verdaderos villano de la historia (que uno comienza a reconocer a mitad de la trama) como Frank Mezzonet (estupendo Lucho Cáceres) permiten que el desarrollo del guión se fortalezca, pese a todo.

Y decimos de esta manera porque resulta incomprensible que América maltrate una producción que destacaba por su perfecta producción (grabada en formato Ultra HD con tecnología 4K e íntegramente rodada en atractivos escenarios de Perú con un destacable sonido), sin embargo fue cambiada de horario sin aviso alguno, posteriormente emitida solo a media hora. La paciencia llegó a su límite cuando fue editada vilmente. Muchas escenas eran mutiladas para acelerar su emisión dejando en el aire varios momentos cruciales.

América prácticamente faltó el respeto al público (que no era poco, según el rating). Sin duda, el canal “se llenó” de producciones nacionales con Esto es guerra y VBQ (que ha mejorado en su trama, pese a la presencia de modelitos cuya actuación son por demás deplorables). Todos estos programas tiene altos índices de sintonía, nos guste o no, pero el bajar a media hora una coproducción, encima editarla, es más que cuestionable. Con ello pierde la producción y los televidentes nos sentimos estafados. Y así, Eric Jurgensen, alto ejecutivo de América, anuncie más coproducciones con Telefé, uno se pregunta ¿Para qué? Para mutilar nuevamente los contenidos si sucede algo parecido.

Sin duda, El regreso de Lucas, fue un producto interesante, pese a algunos altibajos dentro del guión. Además, sus historias paralelas no tenían el peso suficiente para fortalecer la idea original de la historia (el secuestro de un niño y su misteriosa desaparición). Por ejemplo, si bien Sergio Gjurinovic, resulta el actor más destacado dentro de todo el elenco, su personaje, el conflictivo y violento Juan Díaz Ayala, tiene una historia tan ambigua como intrascendente. Tanto Alessandra Denegri como Mayella Lloclla no logran compenetrarse con sus papeles, todo porque sus conflictos terminan aburriendo al televidente. A esto, contribuye también los excesivos cortes que realizan en América. Por cierto, tampoco nadie sabe a ciencia cierta que ocurrió con el ambicioso abogado Martín, pretendiente de Catalina, personificado por Gonzalo Revoredo.

Con todo, la historia resultó atractiva y perturbadora. Los tejes y manejes en torno a un secuestro terminan atrapando. Incluso faltando 10 capítulos ya conocemos que Frank es el verdadero autor de toda esta desgracia. A estas alturas, el televidente ya está enganchado y quiere saber la conclusión de esta intriga. Por cierto, Frank resultó un tipo hábil y hasta psicótico. Merecía un final memorable. El asesinar al hijo de Verona para posibilitar que este, asesine a Raymundo resulta un gran atractivo dentro de su narrativa. Lástima que los casi 15 minutos de emisión (fuera de los comerciales) no permitían apreciar ampliamente lo que fue su intrigante cierre.

Esta serie es de lejos (pese a las críticas que podamos tener) uno de los mejores productos nacionales realizados desde que llegó a la jefatura de América, la corporación El Comercio. El aumentar a media hora más, Esto es Guerra, terminó por "asesinar" esta historia que merecía verse completa. Qué les costaba, siquiera, bajar a las 11 de la noche el noticiero debido a que resulta más atractivo ver noticias que al inefable Miyashiro rompiéndonos los tímpanos todas la noches por querer "bajarse" el programa de Galdós, otro engendro televisivo con sintonía.

La historia, por su contexto, nos hizo recordar a la telenovela "Escándalo" (Iguana-Perú-1987), la mejor producción realizada por Iguana para la entonces Frecuencia Latina. Allí debutó como villano Salvador del Solar en memorable rol. El actual ministro de Cultura no logró superar ese nivel de actuación. Pese a todo, aquí contribuyó con su personaje a fortalecer este producto que merecía un mejor trato.

Un tema a tener en cuenta dentro de las producciones nacionales es que su reparto no cuenta con un director de actores. Muchas veces observamos escenas importantes que son concluidas ineficientemente. Por ejemplo, el rostro de Pablo y su no muy buena dicción echaban a perder momentos atractivos. Ni siquiera la escena en el lecho con Cata resultaba efectiva. Tendría que haber un director que le indique los pasos a seguir por el bien de la escena a grabar. Otro punto en contra fue la disminución del sonido y los “pitillos” en el lenguaje soez y grosero de los personajes. Un guión como este necesita de las lisuras y groserías, propias de la vida misma, para darle realidad al momento en que se vive. Esto se observó, por ejemplo, en “Escándalo” (Iguana-Perú-1987), una telenovela con alto erotismo y violencia que tuvo buena sintonía en Perú y en varios países donde fue emitida en horario nocturno. Por cierto, nuestro país fue uno de los primeros que introdujo este tipo de lenguaje, al emitirse “Gamboa” (Iguana- Panamericana-1984), serie policial donde el teniente Gamboa y el alférez Maldonado, "carajeaban" a más no poder. Lástima que aquí se la dan de puritanos en un horario para adultos y cortan las expresiones mundanas dentro de los diálogos, minimizando así el desarrollo de la trama.

En resumen, El regreso de Lucas agradó, no merecía el trato que le dio América Televisión. Si comparamos con las otras producciones que emite dicho canal, le lleva varios puntos de ventaja. Una lástima que haya ocurrido esto con un buen producto.



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me gustó mucho, esta telenovela. Lo veo también por el cable..
Willy ha dicho que…
Se pierde lucas y en el primer capitulo reaparece ..quitandole el drama que publicaron tres meses antes no la vi no me gusto para mi la peor produccion

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